Entre ayer y mañana

Año nuevo. Unas vacaciones especiales. Dividiendo la vida de cada persona por un borde invisible. "Que todas las cosas malas queden el año pasado, y las cosas buenas me acompañen el próximo año", pensamos, cada vez que levantamos las copas de champán para la batalla de las campanadas del Kremlin. Hay algún tipo de misticismo en esta fecha anual que pone fin al ayer y abre la puerta al mañana. Y rara vez pensamos en el hecho de que, en general, cada momento de nuestra vida es ese presente, que en un momento irá al pasado y se convertirá en el futuro. Puedes creer o no creer en los signos, pero los años bisiestos, por alguna razón, se convierten en los más difíciles de la historia humana. Representan el mayor número de desastres, crisis y pérdidas. El pasado 2008, por desgracia, cayó en la misma categoría. Hacia el final de este año bisiesto, Rusia perdió al Patriarca de Moscú y a toda Rusia Alexy II, el embajador ruso Andrei Zakharov nos dejó en los Emiratos, estalló la crisis financiera mundial, hubo muchas otras pérdidas importantes y no particularmente graves. Probablemente, estaban de alguna manera equilibrados por la misma cantidad de alegrías, porque todo en el mundo está equilibrado, pero muchos aún se sintieron aliviados el 2008 y se encontraron el 2009 con la esperanza de lo mejor.

Año nuevo. Vacaciones de invierno Los viajes asociados, numerosas diversiones y viajes a los invitados, el susurro intrigante del papel de regalo y todos los demás atributos de unas vacaciones reales. Luego llega el momento de la mágica Navidad. Y de nuevo: delicias tradicionales, toboganes de nieve, incluso en los Emiratos, un mar de obsequios y sinceros, casi infantiles, que superan la alegría. Y si todavía creemos en los milagros y en el hecho de que nadie ha cancelado las vacaciones, podemos lamentar profundamente la pérdida y alegrarnos de todo corazón por el éxito, lo que significa que no todo fue tan sombrío en nuestro ayer y nuestro mañana no es tan nebuloso.

Así que es hora de abrir todas las ventanas y puertas. Después de todo, el Festival regresó a la ciudad. Es hora de enfrentar la naturaleza y comenzar, finalmente, a cuidarla. Es hora de cuidarse y "desde el lunes" ir al gimnasio, cambiar a una dieta saludable y dejar de fumar. Es hora de comenzar a enorgullecerse de sus hijos, porque son nuestros mañana. Es hora de aceptar el año que viene con todos sus eventos futuros tal como son, porque este es nuestro presente. El que nos mantiene entre el pasado y el futuro. ¡Y mientras esté allí, viviremos!